16/05/2022
Buscar y encontrar los datos del proceso
Con Digital Data Chain Consortium, VEGA quiere seguir avanzando en el gemelo digital de sus instrumentos
Lograr un intercambio de datos transparente entre los distintos fabricantes y usuarios es un tema prácticamente inagotable en la industria de procesos. Para ello, deben unirse numerosas soluciones individuales, algunas de ellas patentadas, en un único sistema. Con una placa de características digital, el Digital Data Chain Consortium, con VEGA como miembro fundador, pretende facilitar el acceso a los documentos y los datos a todo el mundo.
Lo que en una fábrica parece un sistema integral, rara vez consta de una sola pieza cuando se examina de cerca: detrás de cada sistema de producción hay componentes mecánicos, eléctricos, electrónicos y de software de varios fabricantes. Una variedad que se nota sobre todo cuando algo no funciona bien. Por ejemplo, cuando se tiene que volver a parametrizar un sensor, sellar una válvula o sustituir un fusible. La eficacia con la que se puede reparar o mantener una máquina o un sistema completo depende principalmente de la rapidez con la que estén disponibles los datos necesarios para ello. ¿Tienen que buscarse los documentos en una carpeta entre muchos otros papeles? ¿El manual está en uno de varios montones? ¿O hay una base de datos en un ordenador en la que se almacena el componente en cuestión que, con suerte, estará actualizado?
Claridad y rapidez
Según Digital Data Chain Consortium, las soluciones de datos que prometen una mayor productividad son todo lo contrario. Su objetivo es hacer que todos los componentes del sistema puedan identificarse con claridad. «Se trata de datos seguros en la nube a los que todo el mundo puede acceder, en lugar de bases de datos individuales», afirma Florian Burgert, jefe de producto de VEGA, acerca de esta urgente tarea. En su opinión, podrían lograrse unos ahorros considerables. «Hoy en día», explica Burgert, «las empresas tienen que integrar algunos datos heredados en las aplicaciones existentes. Buscar y recopilar los datos también puede llevar mucho tiempo, ya que pueden estar dispersos en distintos puntos geográficos o en ordenadores de diferentes fabricantes».
Un objetivo, todas las empresas
Como miembro fundador del consorcio, abreviado como DDCC, VEGA, un fabricante de tecnología de medición de nivel y de presión, ha desarrollado la nueva norma «DIN SPEC 91406» junto con conocidas empresas de automatización de procesos. El objetivo de la norma propuesta es facilitar la gestión del sistema basándose en placas de características digitales y unívocas. Las ventajas para los usuarios deberían ser las mismas que para los fabricantes: unas actualizaciones más rápidas con menos elementos analógicos. La nueva identificación, que solo se puede ver como un código QR en la carcasa del instrumento, lo tiene todo, es decir, contiene toda la información del fabricante relativa al producto. En caso necesario, se puede consultar en cualquier momento mediante dispositivos móviles. En la práctica, la trazabilidad se extiende desde la producción hasta el proceso de pedido y entrega, la instalación y el fin de la vida útil del instrumento. Así se han superado las anteriores barreras que separaban los fabricantes, el tiempo, el lugar, el formato y el tipo de dispositivo con el que se pueden consultar los datos. A partir de ahora, los datos fluirán libremente entre todas las partes involucradas en la cadena de valor.
Si los planes del consorcio salen como se prevé, pronto desaparecerá la típica placa de características que todos conocemos. Tras el cambio, todos los empleados de una empresa dispondrán de los mismos datos actualizados en todo momento y, por lo tanto, podrán tomar decisiones correctas y bien fundadas. Además del acceso a los datos, también permitirá abordar otras cuestiones para optimizar la gestión de pedidos y planificar mejor el almacenamiento de las piezas de recambio. Y, por último, los documentos de cumplimiento normativo necesarios siempre estarán disponibles cuando se necesiten.
Lo que en una fábrica parece un sistema integral, rara vez consta de una sola pieza cuando se examina de cerca: detrás de cada sistema de producción hay componentes mecánicos, eléctricos, electrónicos y de software de varios fabricantes. Una variedad que se nota sobre todo cuando algo no funciona bien. Por ejemplo, cuando se tiene que volver a parametrizar un sensor, sellar una válvula o sustituir un fusible. La eficacia con la que se puede reparar o mantener una máquina o un sistema completo depende principalmente de la rapidez con la que estén disponibles los datos necesarios para ello. ¿Tienen que buscarse los documentos en una carpeta entre muchos otros papeles? ¿El manual está en uno de varios montones? ¿O hay una base de datos en un ordenador en la que se almacena el componente en cuestión que, con suerte, estará actualizado?
Claridad y rapidez
Según Digital Data Chain Consortium, las soluciones de datos que prometen una mayor productividad son todo lo contrario. Su objetivo es hacer que todos los componentes del sistema puedan identificarse con claridad. «Se trata de datos seguros en la nube a los que todo el mundo puede acceder, en lugar de bases de datos individuales», afirma Florian Burgert, jefe de producto de VEGA, acerca de esta urgente tarea. En su opinión, podrían lograrse unos ahorros considerables. «Hoy en día», explica Burgert, «las empresas tienen que integrar algunos datos heredados en las aplicaciones existentes. Buscar y recopilar los datos también puede llevar mucho tiempo, ya que pueden estar dispersos en distintos puntos geográficos o en ordenadores de diferentes fabricantes».
Un objetivo, todas las empresas
Como miembro fundador del consorcio, abreviado como DDCC, VEGA, un fabricante de tecnología de medición de nivel y de presión, ha desarrollado la nueva norma «DIN SPEC 91406» junto con conocidas empresas de automatización de procesos. El objetivo de la norma propuesta es facilitar la gestión del sistema basándose en placas de características digitales y unívocas. Las ventajas para los usuarios deberían ser las mismas que para los fabricantes: unas actualizaciones más rápidas con menos elementos analógicos. La nueva identificación, que solo se puede ver como un código QR en la carcasa del instrumento, lo tiene todo, es decir, contiene toda la información del fabricante relativa al producto. En caso necesario, se puede consultar en cualquier momento mediante dispositivos móviles. En la práctica, la trazabilidad se extiende desde la producción hasta el proceso de pedido y entrega, la instalación y el fin de la vida útil del instrumento. Así se han superado las anteriores barreras que separaban los fabricantes, el tiempo, el lugar, el formato y el tipo de dispositivo con el que se pueden consultar los datos. A partir de ahora, los datos fluirán libremente entre todas las partes involucradas en la cadena de valor.
Si los planes del consorcio salen como se prevé, pronto desaparecerá la típica placa de características que todos conocemos. Tras el cambio, todos los empleados de una empresa dispondrán de los mismos datos actualizados en todo momento y, por lo tanto, podrán tomar decisiones correctas y bien fundadas. Además del acceso a los datos, también permitirá abordar otras cuestiones para optimizar la gestión de pedidos y planificar mejor el almacenamiento de las piezas de recambio. Y, por último, los documentos de cumplimiento normativo necesarios siempre estarán disponibles cuando se necesiten.
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