Los sensores de VEGA afrontan unas tareas de medición complejas en la producción farmacéutica

Los productos farmacéuticos imponen unos elevados requisitos en cuanto a la seguridad y la calidad. Al mismo tiempo, sin embargo, también es necesario superar una serie de procesos técnicos complejos. A menudo, estos procesos se desarrollan en zonas con riesgo de explosión o se deben tener en cuenta unos elevados requisitos medioambientales. La empresa italiana ACS Dobfar también es consciente de esta responsabilidad. ACS Dobfar, una empresa química farmacéutica italiana de gestión privada con sede en Tribiano, a unos 10 km al este de Milán, produce productos farmacéuticos intermedios, principios activos farmacéuticos (API) y medicamentos terminados de alta calidad. El negocio principal de la empresa es la producción de principios activos y antibióticos, como cefalosporina, penicilina y carbapenemas.

Los procesos de producción son altamente complejos. De modo que se utilizan diversos sensores para monitorizar la producción. Los parámetros más importantes en los depósitos de almacenamiento y los reactores son el nivel y la presión. Se fijaron en VEGA por los comentarios positivos que había en el mercado. Pero hoy en día están completamente convencidos de la alta calidad de los productos. Para sus nuevas plantas, ACS Dobfar decidió confiar en los sensores del especialista en instrumentos de medición de Schiltach, que van sustituyendo progresivamente los instrumentos anteriores. «Contamos sobre todo con muchos instrumentos de medición de nivel de las series  VEGAPULS y VEGAFLEX en los depósitos de materias primas y aguas residuales. Desde la introducción en el mercado del VEGAPULS 64 en el año 2016, cada vez lo utilizamos más en los reactores», afirma Lino Brucoli, responsable de la automatización de plantas en ACS Dobfar, que es el principal ámbito de aplicación de los sensores de medición radar. 

La medición de la presión también cuenta con una fuerte representación en esta fábrica italiana, por ejemplo, en las líneas de alimentación de los productos terminados en los depósitos de almacenamiento. El VEGABAR 82 también se utiliza para controlar los procesos de producción y monitorizar el nitrógeno en la inertización. En algunos ámbitos del proceso, sobre todo cuando se usan sustancias altamente corrosivas, se utiliza el VEGABAR 82 con conexión a proceso de PVDF, juntas de FFKM y membranas cerámicas. Las aplicaciones abarcan desde mediciones en vacío a sobrepresiones de hasta 15 bares.

En los depósitos de almacenamiento principales, que tienen una altura de 8 a 15 m y un diámetro de unos 2 a 3 m, hay instalados varios sensores de nivel de VEGA. Allí controlan y regulan las cantidades de los productos más diversos. Además de las materias primas, estos depósitos también almacenan disolventes y ácidos. «Imponemos varios requisitos simultáneos a los instrumentos. Sobre todo, los sensores instalados deben contar con la homologación ATEX. Recientemente, también hemos empezado a estandarizar nuestros instrumentos de medición de presión conforme SIL», explica Brucoli.

 «Desde el punto de vista del proceso, la mayoría de los problemas que surgen en nuestras plantas están relacionados con las altas temperaturas, la condensación y los vapores gaseosos que emanan de los productos químicos corrosivos». Además, a menudo se produce cristalización y se acumula la suciedad en la antena del radar. Pero ni siquiera los depósitos ni los reactores muestran su mejor cara a la hora de obtener una medición de nivel precisa. A menudo, el tamaño de los depósitos, sus formas geométricas y otros aspectos relacionados con el punto de instalación y la mecánica en general dificultan el uso de los sensores de nivel. Al mismo tiempo, la superficie del producto está en movimiento en algunos reactores y mezcladores. Sin embargo, a pesar de las condiciones de medición desfavorables, ACS Dobfar y VEGA siempre han logrado obtener unos valores de medición fiables y precisos.