Niveles fiables para el sabor idóneo: la cervecería Fohrenburg apuesta por los sensores de VEGA

Clemens Hengstler

Si alguien tiene un unicornio en su blasón, es que tiene que creer en la magia y la bondad. Desde 1260 el blasón con un unicornio representa la ciudad de Bludenz y, al mismo tiempo, es el emblema de la cervecería Fohrenburg. Sin embargo, en la producción diaria, es mejor dejar a un lado la magia y confiar en unos valores de medición reales, preferiblemente en los obtenidos por los sensores de VEGA.

En la cervecería, que suministra su producto más allá de Vorarlberg, se elaboran distintos tipos de cerveza. El sello distintivo de la empresa son las modernas tecnologías cerveceras, los más elevados estándares higiénicos y unos empleados muy cualificados.

 

¿Cómo se pueden integrar los métodos tradicionales con los modernos?

Por norma general, funciona igual en todas las empresas: solo deben mantenerse los métodos de eficacia probada, intentando al mismo tiempo evolucionarlos a nivel tecnológico. Por este motivo siempre se invierte en una nueva tecnología, como cuando en el año 2011 se construyó una nueva sala de maceración. Además, esta empresa de Vorarlberg, Austria, siempre debe tener en cuenta la rentabilidad. Por ello, cada año se incrementa el nivel de automatización; por ejemplo, actualmente casi todos los procesos de la sala de maceración son automáticos. Pero no solo se automatizan los procesos primarios; ocurre lo mismo con los secundarios, como los sistemas de envasado. Mientras que en los sistemas nuevos normalmente se puede elegir libremente en cuanto al proveedor y el material, en el caso de los sistemas antiguos solo se puede aspirar a sacar el máximo partido a la situación. Solo hay un problema: la cervecería cuenta con muchos depósitos certificados.

«A menudo, la soldadura de una tubuladura para un nuevo tipo de instrumento de medición es más cara que el sensor en sí. Y si además tiene que ser inspeccionada por TÜV, los costes suben aún más
», explica Christian Schneider, electricista de Fohrenburg. Por este motivo es preferible utilizar una llave de llenado o un tubo capilar existentes para instalar un transmisor de presión VEGABAR. Este tipo de solución de medición es factible, fiable y, a fin de cuentas, tiene un precio justificable.

La mejor forma de coordinar las tareas de medición especiales con unas condiciones concretas del entorno, solo es posible mediante una comunicación directa entre el usuario y
el fabricante.

«La colaboración transcurre sin problemas y el apoyo técnico está a la altura, en pocas palabras, es una gran experiencia de colaboración», resume Schneider acerca del contacto con VEGA. Además, desde su punto de vista la concentración en los sensores de VEGA aporta numerosas ventajas en cuanto al almacenamiento.

Filtración segura

De modo que actualmente la cervecería cuenta con más de cien sensores de VEGA. Funcionan principalmente como medición de mínimo y máximo, y como protección contra sobrellenado en los distintos depósitos, así como medición de nivel continua. Un punto de aplicación especial es en la dosificación de diatomita, necesaria para la filtración. Esta sustancia blanca y en forma de polvo es ligera y muy porosa, y se encarga de atraer las partículas de turbiedad. Es decir, se utiliza para aclarar la cerveza. En los filtros de diatomita se forma una capa de filtración que retiene las partículas de turbiedad y aclara la cerveza. En el depósito de dosificación, que contiene un agitador, se deben ajustar las cantidades de forma exacta. «De lo contrario, la filtración no funciona y se tiene que desechar el lote», explica Schneider. En este caso se instalaron transmisores de presión para medir el nivel. Antes, la membrana de la celda de medición de presión siempre sufría daños como consecuencia de la diatomita. Tras cambiar al transmisor de presión VEGABAR con celda de medición cerámica, los sensores funcionan sin problemas.
En los depósitos de dosificación de diatomita, el VEGABAR garantiza las cantidades exactas en la filtración de la cerveza.

Seguridad en el sistema CIP

Los sensores de VEGA también se utilizan en los sistemas CIP completamente automatizados para limpiar las líneas de producción. La cerveza ya terminada de los depósitos presurizados se conduce al sistema de envasado para barriles o botellas. En este sistema solo se utiliza un radar de onda guiada VEGAFLEX. Características especiales: la sonda ha sido diseñada para resistir sustancias corrosivas como los ácidos y álcalis, y mide las cantidades de forma precisa incluso en el depósito de agua caliente. En este caso una medición de nivel precisa es mucho más importante de lo que parece a simple vista. Si el nivel no se mide correctamente en el sistema CIP, podría ocurrir que permaneciera apagado durante la noche por razones de seguridad. Lo que significa que todo el proceso de fermentación del día siguiente quedaría interrumpido.
Rápida visualización del consumo de cerveza en las grandes fiestas, gracias al VEGABAR 83. En la imagen, Christian Schneider, electricista de Fohrenburg.
El transmisor de presión VEGABAR 83, que suministra grandes cantidades de cerveza directamente a los carritos de cerveza de las fiestas, desempeña una pequeña pero importante función. Antes, los carritos volvían de las fiestas y el consumo de cerveza se calculaba mediante una escala. Posteriormente se montó un pequeño mecanismo con el que se podía conectar rápidamente el VEGABAR 83 al camión cisterna y mostrar el consumo con precisión.
A pesar de que esta instalación no afecta a los procesos de elaboración de la cervecería, sí muestra claramente la mentalidad de Fohrenburg: siempre busca la forma de simplificar los procesos y hacerlos más fiables. Con su amplia gama de productos, VEGA no solo ayuda a la cervecería con soluciones estándar, sino también con aplicaciones poco comunes.

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